Península de Jandía

Situada en el extremo sur de la isla, es un lugar espectacular, tanto por su paisaje volcánico como por sus kilométricas playas muchas de ellas prácticamente vírgenes. 
Una zona salvaje, pedregosa y árida, de paisaje casi lunar, rodeada de macizos montañosos, con cabras libres y caminos que serpentean hacia playas infinitas, todo envuelto en un silencio solo roto por el constante viento que azota la zona.





Cementerio de Morro Jable, en las afueras del pueblo, en la carretera que va hacia Cofete y el faro de Punta Jandía
Al frente, el conjunto rocoso del macizo de Jandía,  destacando el Pico de la Zarza, 
situada a unos 800 m, el pico más alto de la isla, y el Pico de la Palma





Playa de la Señora

Playa de la Señora



De camino al Mirador de Cofete, por la pista de tierra desde Morro Jable, nos encontramos con cabras majoreras, autóctonas de la isla, evidentemente moviéndose a su libre albedrío, éstas están completamente adaptadas al clima seco y al terreno pedregoso de la zona


Desde el Mirador de Cofete, una vistas espectaculares, una bonita panorámica de la Playa de Cofete, una de las más
 largas de Canarias, con más de 12 km de longitud, arena dorada, fuerte oleaje y completamente virgen

Macizo de Jandía

En la bajada desde el Mirador de Cofete, parece dar la bienvenida al acceso a la Villa Winter, 
que asoma al frente a unos 700/800 m. 

Villa Winter
Una mansión aislada, de estilo alemán construida en los años 40–50 para o por el ingeniero alemán  Gustav Winter.
 La leyenda dice que fue una base secreta de los nazis, pero nada se sabe a ciencia cierta.
Es una construcción algo inusual para ser una casa de uso agrícola (refuerzos, muros gruesos, sótano), situada en medio de un entorno espectacular. 



De espaldas al mar y a la Playa de Cofete, al frente las enormes paredes del Macizo de Jandía, el Pico de la Zarza,
la montaña más alta de la isla y el Pico de la Palma entre otras menores

En pleno Parque Natural y  en un entorno totalmente aislado y espectacular, un grupo de casas que parecen autoconstruidas. 
Dentro del Parque no se puede construir, sin embargo, parece que se respetan las construcciones antiguas o de uso tradicional 
ya que forman parte de la historia de la zona, y aunque austeras, reflejan la vida rural y aislada que ha marcado Cofete durante siglos. 
En lo alto de una loma, una antena con hélice que funciona con energía eólica, ya que en la zona no hay electricidad convencional


Nos vamos hacia el faro de Punta Jandía regresando por el  camino del mirador.  Más adelante,  parece que estamos recorriendo una de las zonas más salvajes de la isla, pistas de tierra serpenteantes que cruzan montañas, barrancos y llanuras sin asfaltar, completamente irregulares y polvorientos, con baches y piedras sueltas. Caminos usados desde siempre por pastores y cabras majoreras que se mueven libremente por la zona. 
Vale la pena, aunque no estoy segura de que lo hiciera con mi propio coche…o si? porque las vistas al mar y a los acantilados son espectaculares 



Un aerogenerador,  molino eólico que nos marca que estamos en el extremo sur de la isla y que forma parte
 de una pequeña infraestructura energética local que abastece el pequeño pueblito de Puertito de la Cruz y al faro,
ya que la zona no está conectada a la red eléctrica general. 
 El faro de Punta Jandía se encuentra a menos de 1 km. 

Paisaje que nos rodea, volcánico, árido y lunar, sin vegetación ni sombras y con el mar a ambos lados.
  
Al frente el Faro de Punta Jandía, situado en el extremo más suroeste de la isla, justo en la punta final de la Península de Jandía. 

Inaugurado en 1864, es uno de los faros más antiguos de Canarias y sirve como guía para los navegantes que cruzan
el paso entre Fuerteventura y Gran Canaria. Aunque ha sido automatizado, conserva su estructura original de torre blanca con base baja 

En los alrededores del faro, a la izda, Puertito de la Cruz, al frente, las grandes paredes que forman el Macizo de Jandía


Con cierto aire de pueblo fantasma, Puertito de la Cruz, un pequeño pueblito pesquero con casitas bajas,
sin calles asfaltadas, solo pistas de tierra.
Por detrás, la cadena montañosa volcánica, el Macizo de Jandía 

El terreno que rodea al Faro es totalmente volcánico, uno de los paisajes más áridos y primitivos de toda la isla.
 El suelo es pedregoso y el terreno está resquebrajado y  seco

A unos minutos en coche desde el Faro, tomando una de las pistas de tierra hacia el oeste se llega a la Playa de los Ojos

Playa de los Ojos

Playa de los Ojos


De vuelta al alojamiento, en la rotonda de entrada a Pozo Negro, una enorme escultura en honor a la Cabra Majorera,
autóctona de la isla, de unos 2 m de altura sobre un pedestal de 1m, por lo que se ve a distancia